¿Te acostumbrarás a mi forma de amar?
Y lo pregunto porque sabemos de sobra que no tienes por qué
E imperdonable sería, que a esta telaraña de opresiones
Yo sumara una cadena más.
Te lo pregunto porque es un buen momento para salvarte
Hemos vivido suficientes y no hay mentiras entre tus ojos y los míos
Y de salvarte mujer… no mires hacia atrás
Olvida d e u n a v e z p o r t o d a s este ingrato, despistado y revolucionario amor.
Tengo que insistir porque reconozco que no es fácil
En mi defensa diré que no tengo salida. No tengo opción y lo sabes
Mala suerte la tuya no enamorarte del carpintero o el artista
En mi defensa diré lo que dicen: los peleadores tienen ese encanto.
Mañana saldremos nuevamente los peleadores…
Esta loca idea de hacernos hombres libres hace eco entre la gente
Mañana saldremos nuevamente y más temprano
Y tú tendrás que preguntarte: ¿me acostumbraré a su forma de amar?
¿Te acostumbraras a mi forma de amar?
A mí que estoy más en la tierra de lo que parece
Y te he dejado en las nubes más de una vez
¿Podrías amar al hombre tanto como a la idea?
¿Te acostumbraras a mi forma de amar?
A esta forma de amar tan intensa y ausente
Tan brillante pero intermitente
A este amor tan grande pero tan compartido con la causa.
Te lo pregunto porque no cabe la duda: te amo
Te amo con mis tropiezos, mis desavenencias y locuras
Te amo a ciegas, sin estrategia y sin táctica
Te amo desprevenido y olvidadizo como solo yo puedo hacerlo.
Insisto en que te amo, te amo y te amo
Tú también, desde tu trinchera das la pelea
Tu condición te ha puesto cadenas más grandes
Y tanto por lo que me das, te amo porque también peleas.
Es hora de partir nuevamente, ellos me esperan. No los culpes.
Entiende por favor que no es tiempo que nos quitan
Es tiempo que ganamos a la libertad
Y yo, yo quiero amarte sin grilletes.
O ¿acaso pueden amarse plenamente los esclavos?
Mientras tanto y si decides no salvarte, anímame a pelear
Mientras derrotamos los molinos de viento, ayúdame a pelear
El gigante, aunque con pies de barro, no deja de ser gigante
Y nuestro amor como nuestro pueblo, clama libertad.
Julio César
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